miércoles, 20 de noviembre de 2013

Haciendo frente al cáncer desde la medicina estética

Dr. Salvador Ramos y Dña. Laia Fibla. Spa Loida
Los avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer han conseguido que cada vez sea mayor el número de personas que lo superan, o viven con la enfermedad controlada. El concepto de enfermo de cáncer ha cambiado, hoy debemos de hablar de personas afectadas por cáncer o supervivientes de cáncer y no de enfermos de cáncer; no se trata solo de un concepto, sino de una nueva entidad y un nuevo reto asistencial. El éxito de los tratamientos conlleva como contrapartida una serie de secuelas que pueden presentarse mucho tiempo después de haber finalizado dichos tratamientos, y que pueden deteriorar notablemente la calidad de vida de estas personas, las cuales buscan asesoramiento, cuidados y asistencia para poder reincorporarse a una vida social y laboralmente activa en las mejores condiciones posibles. Desde la medicina estética podemos y debemos hacer frente al reto de ofrecer los servicios y atenciones que estas personas necesitan.
Descripción: Estudio antropométrico
El cáncer representa en el momento actual un problema sanitario de primera magnitud. Recientemente la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) presentaba su valoración de las últimas estadísticas referentes a nuestro país, en un documento denominado “Cifras de cáncer en España”, documento disponible en su pagina web (www.seom.org) y en el que podemos observar que el cáncer representa en el momento actual la primera causa de muerte en España, siendo el responsable de 98.046 defunciones durante el año 2006, lo que representa el 26,5 % de todas las muertes acaecidas ese año. En cuanto a la incidencia de esta enfermedad, dicha sociedad científica estima que el año 2009 se diagnosticaran 200.000 nuevos casos, el 57,6% de ellos en hombres. Uno de cada tres varones y una de cuatro mujeres, salvo muerte prematura, van a desarrollar un cáncer a lo largo de su vida.
La prevalencia de esta enfermedad, que estima el número de personas afectadas por cáncer, vivas en un momento determinado, está en continua progresión debido entre otras razones al envejecimiento de la población, al incremento de la incidencia de muchos tumores y a la mayor supervivencia de los enfermos de cáncer. La prevalencia de una determinada enfermedad es un indicador fundamental para planificar los recursos asistenciales necesarios para atender a la población afectada.
Por lo que respecta a la supervivencia de los pacientes con cáncer, ésta ha experimentado un incremento constante a lo largo de las últimas décadas, incremento debido no solo a un diagnóstico cada vez más precoz y a la utilización de combinaciones de tratamientos cada vez más eficaces, sino también a la aplicación de un enfoque multidisciplinar en el abordaje de la enfermedad, así como a la participación activa de los propios pacientes y su entorno familiar en todo lo referente a su enfermedad y al propio proceso de cuidados y atención; aspectos habitualmente infravalorados pero que son fundamentales para alcanzar el objetivo del control de la enfermedad. Baste recordar que el modelo hospitalario actual tiende a acortar las estancias hospitalarias con altas precoces, trasladando al entorno familiar responsabilidades que antes asumían los profesionales sanitarios (hospital de día, cirugía de corta estancia, hospitalización a domicilio, etc.).
Como contrapunto, este efecto beneficioso de una mayor supervivencia está asociado a un amplio espectro de secuelas y complicaciones, muchas de ellas tardías, que abarca desde problemas leves y fácilmente tratables, a secuelas más severas e incluso letales.
Nuestro sistema sanitario nos permite disponer de medios cada vez más eficaces y accesibles para tratar el cáncer, por lo que el futuro es prometedor. La trascendencia social de esta enfermedad es incuestionable y viene dada por el progresivo incremento del número de personas que una vez finalizado el tratamiento quieren reincorporarse a una vida social y laboral activa; por otra parte existe una mayor conciencia de que la vida, que tanto ha costado preservar, tiene que tener sentido y calidad, por lo tanto la necesidad de una atención integral a estas personas supone un nuevo reto asistencial, siendo necesario diseñar e implantar estrategias que ayuden a este grupo de población en creciente progresión: las personas afectadas por cáncer, que lo han sobrellevado y sobreviven a la enfermedad, y que hoy se agrupan bajo el término de “supervivientes de cáncer”.

 Publicado por:
+Jaquelinne Lopez Vazquez.
+Alexis Cordero Ramirez.

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